Hola compañeros y compañeras, bienvenidos una semana más a mi blog, esta semana me ha tocado el rol de crítica.
Con esto de la cuarentena, pasamos mucho más tiempo que antes enganchados a las redes sociales, Instagram, Twitter, Facebook, etc., la gente publica más, comenta acerca de una noticia que dan por la televisión, comentan sobre lo que le escuchan a los vecinos o sobre lo que escuchan de camino al trabajo o en la compra, suben fotos, vídeos, comparten sus ideas sobre todos los temas habidos y por haber... y pensaréis, ¿esto que tiene de malo? Pues bien, todas las personas podemos opinar y expresar libremente nuestros pensamientos, pero esto tiene un límite y llega cuando nuestra libertad está vulnerando las de los demás, es decir, cuando nosotros estamos imponiendo nuestra opinión sobre la de una persona, sin empatía ninguna, con el fin de hacer daño o querer hacer sentir mal a esa persona o simplemente por crear una crítica social y quedarla mal ante millones de personas.
Esto es lo que lleva sucediendo mucho tiempo atrás, pero en estos días de confinamiento me he detenido a analizarlo, a fijarme más en los comentarios y acusaciones de unas personas a otras, en la maldad que puede llegar a tener el ser humano y en la manera que tenemos de criticarlo todo, sin filtro ninguno, de quejarnos por vicio, porque no hay otro motivo por el cual quejarse sobre lo que hacen las demás personas como subir, por ejemplo, 4 fotos en el mismo lugar o compartir unas historias de instagram con sus amigos/as, esto, aunque no lo parezca, incita al odio, al desprecio, al cansancio de una sociedad en la que no va más allá de unos prejuicios sobre todas las personas que se encuentran en las redes sociales sobre una crítica fácil para recibir más retweet's o más veces compartidas en facebook o instagram, solo por ese morbo y el quererse hacer ver por encima de los demás, somos capaces de humillar a cualquiera.
Esta es la triste y dura realidad que vivimos día a día y que muchas personas sufren en su diario, creo que es un tema que debería de tratarse más amenudo, de hacerles ver a las personas que existe la empatía y el poder expresar libremente tu opinión pero desde la asertividad, desde el respeto y desde el aprendizaje, hay que dejar a un lado el odio, las ganas de pisar al prójimo y el querer ganar fama a costa de hundir a los demás, hay muchas maneras de poder conseguir eso sin necesidad de todo lo mencionado anteriormente, poniendo todos de nuestra parte y haciendo conciencia sobre ello, quizás algún día consigamos ser seres humanos que se comporten como tal y no como seres despreciables.
Desde el campo del educador social, podemos realizar campañas de sensibilización sobre este tema, podemos dar charlas para concienciar a los adolescentes y jóvenes, que son los que suelen pasar más tiempo en las rrss, para que aprendan a controlar y a utilizar las apps, podemos darle charlas a los mayores también, para que sean consecuentes con sus comentarios y con los de sus hijos/as y sobre todo, crear y fomentar la empatía en todos los ámbitos posibles, para que la humanidad crezca en unión, que bastantes problemas estamos teniendo hoy en día, como para que estemos enfrentados entre nosotros. ¡Todos juntos podemos!
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