Hola compañeros/as, esta semana me ha parecido interesante informarme un poco acerca del autismo y el síndrome de Asperger, porque estoy segura de que todos o la gran mayoría, sabemos que son, pero quizás no sepamos las diferencias entre ellos y por ello, he decidido ponerme al día y trasladarlo a mi blog, para que podáis verlo y por si os resulta de interés.
Comienzo dando una breve descripción de qué es el autismo y que es el síndrome de Asperger:
Autismo: El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es un trastorno neurobiológico del desarrollo que ya se manifiesta durante los tres primeros años de vida y que perdurará a lo largo del ciclo vital.
Los síntomas fundamentales del autismo son dos:
- Deficiencias persistentes en la comunicación y en la interacción social.
- Patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades.
Síndrome de Asperger: Es un trastorno del desarrollo que se incluye dentro del espectro autista y que afecta a la interacción social recíproca, la comunicación verbal y no verbal, una resistencia para aceptar el cambio, inflexibilidad del pensamiento así como poseer campos de interés estrechos y absorbentes.
Las personas con este síndrome son, generalmente, extremadamente buenos en las habilidades de memoria (hechos, figuras, fechas, épocas, etc.) muchos sobresalen en matemáticas y ciencias. Hay un rango en la severidad de síntomas dentro del síndrome, el niño muy levemente afectado resulta a menudo no diagnosticado y puede apenas parecer raro o excéntrico.
Tras saber el concepto de cada uno, vamos a ver sus diferencias, indagando, he podido encontrar una imagen en la que aparecen las características que los hacen diferentes:
Tras saber el concepto de cada uno, vamos a ver sus diferencias, indagando, he podido encontrar una imagen en la que aparecen las características que los hacen diferentes:
Cómo hemos podido observar en la imagen, tanto el autismo como el síndrome de Asperger, son difíciles de identificar, ya que cuando los niños o niñas son pequeños, en el caso del autismo, se les suele atribuir a que son tímidos, vergonzosos, en cuanto al lenguaje, puede que se le achaque también a la edad, por lo que esto cuesta más determinar que es lo que tiene el niño, a diferencia, por ejemplo, de otro síndrome como puede ser el síndrome de Down o una parálisis, que por los rasgos físicos, son más identificables. Pero, los niños con autismo son determinados así antes que los que tienen Asperger, ya que los segundos, suelen presentar características iguales a las de un niño que no presenta ninguna dificultad y es hasta pasado los años cuando se les suele detectar que "algo no funciona correctamente".
Son muchas más las características que diferencian al Autismo y al Asperger, como vemos en la tabla, por ello, debemos ser conscientes, sobre todo nosotros como educadores sociales, a la hora de trabajar con niños, que podemos encontrarnos con este panorama y no sepamos que hacer ante ello, es bueno informarse e informar a los demás acerca de síndromes como estos, ya que no están muy reconocidos o no son tan comunes como otros, pero por el simple hecho de que al ver a un niño tímido o que no le gusta relacionarse, es porque "es así y ya está", frase que muchos padres suelen decir cuando se encuentran con que su hijo no quiere jugar con nadie o no quiere salir a la calle y no, así es el niño pero porque no es como los demás, hay que crear conciencia de ello, hacerles ver que su hijo/hermano/primo/amigo/vecino tiene un problema, que necesita ayuda y si todos ponemos de nuestra parte, podemos ayudarle a que vaya a mejor, es un síndrome que está para toda la vida, eso también hay que saberlo, pero si se diagnostica desde que son pequeños, estos niños y niñas pueden evolucionar, hacer cosas que jamás creían que harían o serían capaces de realizar, necesitan estimulación, motivación y sobre todo que crean en ellos y en que pueden llegar a más de lo que se imaginan.
Una preocupación que me surge a mí con este tema, es que, sobre todo entre jóvenes, por encontrarse con una persona introvertida, tímida o que simplemente no le gusta mucho hablar, le solemos atribuir el 'bua pareces autista' o '¿Qué eres autista ahora?, Y aunque a nosotros nos parezca una broma, es algo con lo que no deberíamos de jugar ni reírnos de ello, porque las personas que realmente sufren este síndrome lo pasan realmente mal, son personas y tienen sentimientos como todos y los de su entorno igual, por lo que deberíamos de tener más cuidado y respeto por todos a la hora de hablar.
En conclusión, el autismo y el Asperger, son dos síndromes que poco a poco son más reconocidos, pero que aún falta mucho por trabajar para que a los niños y niñas que realmente lo tienen sean bien diagnosticados y tratados como se merecen. Y una vez más, fomentar la empatía, para que con nuestro granito de arena podamos ayudarlos a ser mejores y prosperar, de una forma u otra, lo acabarán agradeciendo.
AUTISMO
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ASPERGER
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Coeficiente intelectual generalmente por debajo
de lo normal.
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Coeficiente intelectual generalmente por encima
de lo normal.
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El diagnóstico se realiza normalmente antes de
los 3 años.
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El diagnóstico se realiza normalmente después de
los 3 años.
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Retraso en la aparición del lenguaje.
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Aparición del lenguaje en tiempo normal.
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Alrededor del 25% son no verbales.
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Todos son verbales.
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Gramática y vocabularios limitados.
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Gramática y vocabulario por encima del promedio.
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Desinterés general en las relaciones sociales.
No desean
tener amigos.
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Interés general en las relaciones sociales.
Desean tener amigos.
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Un tercio presenta convulsiones.
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Incidencia de convulsiones iguales que el resto
de la población.
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Desarrollo físico normal.
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Torpeza general.
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Ningún interés obsesivo de ‘alto nivel’.
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Intereses obsesivos de ‘alto nivel’.
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Los padres detectan problemas alrededor de los 18
meses de edad.
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Los padres detectan problemas alrededor de los
dos años y medio.
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Las quejas de los padres son los retrasos en el
lenguaje.
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Las quejas de los padres son los problemas de
lenguaje, o en la socialización y la conducta.
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Son muchas más las características que diferencian al Autismo y al Asperger, como vemos en la tabla, por ello, debemos ser conscientes, sobre todo nosotros como educadores sociales, a la hora de trabajar con niños, que podemos encontrarnos con este panorama y no sepamos que hacer ante ello, es bueno informarse e informar a los demás acerca de síndromes como estos, ya que no están muy reconocidos o no son tan comunes como otros, pero por el simple hecho de que al ver a un niño tímido o que no le gusta relacionarse, es porque "es así y ya está", frase que muchos padres suelen decir cuando se encuentran con que su hijo no quiere jugar con nadie o no quiere salir a la calle y no, así es el niño pero porque no es como los demás, hay que crear conciencia de ello, hacerles ver que su hijo/hermano/primo/amigo/vecino tiene un problema, que necesita ayuda y si todos ponemos de nuestra parte, podemos ayudarle a que vaya a mejor, es un síndrome que está para toda la vida, eso también hay que saberlo, pero si se diagnostica desde que son pequeños, estos niños y niñas pueden evolucionar, hacer cosas que jamás creían que harían o serían capaces de realizar, necesitan estimulación, motivación y sobre todo que crean en ellos y en que pueden llegar a más de lo que se imaginan.
Una preocupación que me surge a mí con este tema, es que, sobre todo entre jóvenes, por encontrarse con una persona introvertida, tímida o que simplemente no le gusta mucho hablar, le solemos atribuir el 'bua pareces autista' o '¿Qué eres autista ahora?, Y aunque a nosotros nos parezca una broma, es algo con lo que no deberíamos de jugar ni reírnos de ello, porque las personas que realmente sufren este síndrome lo pasan realmente mal, son personas y tienen sentimientos como todos y los de su entorno igual, por lo que deberíamos de tener más cuidado y respeto por todos a la hora de hablar.
En conclusión, el autismo y el Asperger, son dos síndromes que poco a poco son más reconocidos, pero que aún falta mucho por trabajar para que a los niños y niñas que realmente lo tienen sean bien diagnosticados y tratados como se merecen. Y una vez más, fomentar la empatía, para que con nuestro granito de arena podamos ayudarlos a ser mejores y prosperar, de una forma u otra, lo acabarán agradeciendo.